¿Imágenes del espacio retocadas?

 

Todas las fotografías que vemos emitidas en televisión o publicadas a través de Internet, catálogos de ropa, pases de modelos para una marca de moda o marcas de automóviles, son imágenes que han sido editadas, retocadas y pasadas por varios filtros digitales. Estos retoques y modificaciones se realizan en un estudio fotográfico para que al ser llevadas al público, encajen dentro de unos estándares específicos de belleza y composición simétrica concreta, de modo que cuando éstas sean publicadas, tanto en revistas y catálogos, vallas publicitarias o en algún anuncio, la persona que las está observando capte la belleza de la composición y colorido que se está mostrando, motivando psicológicamente el impulso de tener que comprar ese producto concreto.


Imagen de modelo con colores y contrastes destacados. 
Fuente: Pixabay


Con las fotografías del espacio ocurre exactamente lo mismo, aunque captar la luz de una galaxia lejana o de una nebulosa muy tenue, y hacer resaltar los colores de la misma con una sola toma es algo prácticamente imposible, y se ha de optar por una técnica de retoque fotográfico denominado "Apilado fotográfico". Esta consta en la técnica de fusionar varias decenas de imágenes del mismo objeto, que se han tomado durante varias horas mediante un telescopio o montura ecuatorial, compensando de ese modo el movimiento de rotación terrestre, y se obtengan imágenes nítidas y bien enfocadas del objeto fotografiado.
Pero el trabajo de procesado fotográfico no termina aquí, la imagen resultante ahora se ha de tratar a través de un software fotográfico como PixInsight o Photoshop, por ejemplo. Con estos programas informáticos lo que se busca es resaltar los colores y el contraste de la imagen, haciendo que se vean má nítidos los detalles y puntos de interés del mismo. Abajo podemos observar dos composiciones fotográficas que se realizaron mediante diversas imágenes de un mosaico del amanecer del núcleo de la Vía Láctea, captado desde El Coll de Sa Gramola. Para captar estas tomas se utilizó una cámara réflex Canon 1100D digital, y se hicieron varias tomas con un máximo de exposición de 18 segundos y una sensibilidad de 1600 ISO.
Tras la toma de las fotografías, se realizó el montaje del mosaico para después tratar la imagen con un software fotográfico, tratando de ese modo de atenuar el efecto de la contaminación lumínica que se reflejaba en ese momento en la humedad de la atmósfera, y a la vez, resaltando el color del núcleo y el brazo galáctico, así como el de las estrellas que aparentemente los envuelven en el cielo nocturno.






Nuestro compañeros de asociación, Lorenzo Arribas, Xisco Juan Alemany, Mateo Vadell o Sergio Noguera se han especializado en la toma y procesado de astrofotografías de cielo profundo, planetaria y solar, mostrándonos verdaderas joyas fotográficas del Universo.


Astrofotografía de la nebulosa de la Laguna (M8), tomada y procesada por Lorenzo Arribas.


Astrofotografía de la galaxia de Andrómeda (M31), captada y procesada por Xisco Juan Alemany.


Astrofotografía solar tomada y procesada por Mateo Vadell.


Fotografía circumpolar captada y procesada por Sergio Noguera.



Lo mismo ocurre con las fotografías de astrofotografía tomadas desde una sonda espacial. Aunque el brillo de un planeta como Júpiter o Saturno se puedan captar en tan solo un par de segundos, siempre se realizan apìlados  y/o procesados para lograr que la imagen resultante sea lo más cercana a la imagen real del objeto fotografiado. De hecho, todas las fotografías que ha enviado el Telescopio Espacial James Webb hasta el día de hoy se han tenido que procesar todas, porque las imágenes recibidas contienen mucha información, y para poder destacar dichos datos se han de procesar, del mismo modo que se hacen con las fotos del Hubble, Spitzer, Chandra, Kepler, New Horizons, y un largo etcétera de sondas y aterrizadores que envían a diario fotos a la Tierra.
Abajo podemos observar una comparación de imágenes de la nebulosa Carina, donde el Hubble y el James Webb captaron la misma región estelar. El James Webb al tener un espejo primario de mayor diámetro que Hubble, captar las imágenes en espectro infrarrojo y contar con una mayor resolución, destaca muchos más detalles. Pero para poder observar todos estos detalles, las fotografías han de ser procesadas mediante filtros de color para resaltar las tonalidades, y por supuesto trabajar en los tonos y contraste para que el resultado final sea realmente espectacular.


Comparativa de imágenes (ya procesadas) de la nebulosa Carina,
captadas por el Telescopio Espacial Hubble y el Telescopio Espacial James Webb.
Fuente: Curiosmos




Por tanto, las fotos del espacio, así como las que vemos todos los días en Internet, revistas y televisión, han de ser retocadas para que se puedan usar y comprender usando el máximo de sus posibilidades. Así que ya podemos responder algunas preguntas y comentarios que se ven por las RR.SS. donde según la lógica de los profanos en la materia aseguran que las imágenes del espacio son falsas porque han sido procesadas...


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