A la caza del asteoride

 

Como ya habréis leído en publicaciones anteriores, estamos colaborando como voluntarios en el proyecto de JPL "Cloudspotting on Mars", donde usando la base de datos de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA, podemos buscar nubes de agua helada en las capas altas de la estratosfera marciana. De dicho proyecto, hasta la fecha, ya hemos encontrado más de mil nubes exóticas captadas por la MRO, y sólo estamos "rascando" el principio del volcado de datos de la sonda.

Y desde hace unos días también hemos comenzado a colaborar como voluntarios con el proyecto "Catalina Sky Survey" del Lunar and Planetary Laboratory, en la Universidad de Pasadena, enfocado en la búsqueda de cometas, asteroides y objetos cercanos a la Tierra que puedan suponer un peligro para la vida en el planeta.


Actualmente hay 1.800 voluntarios trabajando en la búsqueda de cuerpos menores celestes en los archivos recogidos durante los últimos años por el sistema de telescopios del Catalina Sky Survey, donde la mayor parte del trabajo a realizar es descartar las tomas de asteroides y cometas, de otras imágenes que podrían ser aberraciones digitales de la cámara, o pasos de satélites en órbita alta que son detectados por las cámaras de los telescopios. Incluso se encuentran asteroides oscuros que solo dejan ver una pequeña parte del brillo de su albedo y hay que guiarse por el movimiento angular del objeto, así como los asteroides en rotación, cuyo patrón de luz no suele ser solo un mero punto brillante en movimiento, sino todo lo contrario, su magnitud aparente decae y aumenta de forma constante.

La segunda labor a realizar es catalogar los asteroides registrados como conocidos o no, es decir, se comprueba si la objeto y órbita captados están registrados en la base de datos del Minor Planet Center de la Unión Astronómica Internacional. 

Si el objeto está registrado, el archivo pasa a ser reconocido como comprobación de órbita. Por el contrario, si se confirma que es un asteroide y no está registrado en la UAI, se designa a la primera persona que lo ha registrado en el sistema como descubridora del objeto, de este modo hay un aliciente extra para colaborar en este proyecto tan interesante.



Una vez que la órbita está confirmada, se incluye en el catálogo de asteroides que le corresponda, ya sea del Cinturón principal de asteroides o en el catálogo de órbitas interiores a éste, como los de tipo APOLO, ATEN, AMOR... que están considerados NEO´s (Objetos Cercanos a la Tierra, o Near Earth Object en inglés).


Fuente: Naukas

Por supuesto hay órbitas que son muy complicadas de encontrar, que son las que se encuentran desplazándose parcialmente con el plano de la Vía Láctea o próximos a un objeto como una nebulosa o cúmulos estelares. Al encontrarse por ejemplo tantas estrellas aglomeradas en el brazo de Sagitario (en caso del hemisferio norte) o sobre el cúmulo globular M13 (Hércules), los sistemas de detección son incapaces de determinar que es un asteroide o estrella, y no se puede confirmar órbitas concretas, aunque recientemente se ha publicado un estudio que descarta un riesgo inminente para la Tierra causado por el impacto de un asteroide en los próximos 1.000 años.


Cúmulo globular M13
Fuente: Wikipedia


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