El sonido de las "Esferas"
El filósofo y
astrónomo Aristóteles (384a.C. – 322a.C.), en una ocasión dijo
que las esferas celestes (Sol, Luna, planetas y estrellas) se movían
en torno a la Tierra, describiendo círculos concéntricos a lo largo
del año.
Busto de Aristóteles hecho en marmol blanco. Fuente: www.biografíasyvida.com |
Según decía,
mientras se desplazaban, emitían un leve sonido que se podía
escuchar durante las noches más silenciosas. A este sonido le llamo
“El sonido de las esferas”.
Esquema del universo tal y como lo describió Aristóteles. Fuente: www.chrismielost,blogspot.com |
2.350 años mas
tarde, gracias a Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, Giordanno
Bruno, Johannes Kepler, Tycho Brahe, Stephen Hawking, Kip Thorn y
otros muchos astrónomos y astrofísicos, sabemos que es nuestro
planeta el que gira alrededor del Sol, al igual que el resto de
planetas del Sistema Solar, que la Luna es nuestro satélite, nuestro
Sol es solo una estrella de tipo medio en el brazo exterior de una
galaxia espiral barrada, mientras ésta se mueve a velocidades
increíbles junto con otros miles de galaxias en el Universo.
Visión artística de las órbitas planetarias del Sistema Solar. Fuente: www.esoterismo-guia.blogspot.com |
Pero
curiosamente, Aristóteles no estaba equivocado del todo, pues
gracias a la radioastronomía y las sondas espaciales enviadas a
fotografiar y analizar los planetas de nuestro sistema Solar, hemos
podido escuchar el sonido de los campos magnéticos de los mismos,
haciendo en parte realidad los escritos del filósofo, mostrándonos
los extraños y exóticos sonidos que emiten los planetas en formas
de ondas electromagnéticas lanzadas al espacio.
Para captar
dichas ondas debemos estar cerca del planeta, o de algunos cuerpos celestes menores
(cometas) como hicieron las sondas Voyager, Messenger, Mars express,
Galileo, Huygens y Cassini, Rosetta, etc…, que lograron captar el
sonido de los planetas e incluso de algunos cometas como el 67-P
Churyumov – Gerasimenko, o el cometa Tempel-1.
Vídeo con el sonido captado por los sensores de la sonda espacial Rosetta:
Pero existe una
excepción en estas emisiones electromagnéticas, el campo magnético
de Júpiter es tan intenso, que al coincidir con el campo magnético
de su luna más activa y cercana, Ío, hacen que se creen ondas aún
más intensas. Tanto, que con una antena de tan solo 60cm de lado,
papel de aluminio y un simple alambre de cobre, conectados a un
receptor de radio de onda corta doméstico, podemos escucharlo.
Visión esquemática de la intensa magnetosfera de Júpiter, con detalle ultravioleta de las potentes auroras de su polo boreal. Fuente: www.boulder.swri.edu |
Vídeo del audio captado por las antenas de una de las sondas de la NASA al estudiar el campo magnético de Júpiter.
¿Cómo podéis
hacer dicha antena?
Es muy sencillo,
solo necesitáis:
1 tablero de
madera de 60x60cm.
4 palos de madera
de 30cm de largo.
1 cable de cobre
rígido sin aislante de 1,65cm de longitud.
Papel de
aluminio.
Cable coaxial
(cable de T.V.) con malla de cobre.
En primer lugar
deberemos forrar una cara del tablero con el papel de aluminio, que
deberá quedar lo mas plano posible.
Sobre el papel y
clavados (o atornillados) al tablero pondremos los cuatro palos de 30
cm, de forma que cuando le demos forma redondeada al cable de cobre,
deberá tener un diámetro de 53cm (sin que se toquen los extremos,
quedando perfectamente apoyado sobre las puntas de los palos.
Ejemplo de como queda el tablero de 60x60cm, forrado con la capa de papel de aluminio, y con los palos de 30cm atornillados. |
Finalmente,
pelaremos el cable coaxial dejando un trozo de 4cm de línea interna
pelada y conectada a uno de los extremos del cable de cobre, y un
buen trozo de malla pelado para que haga un buen contacto con el
papel de aluminio, que lo podremos sujetar perfectamente con un poco
de cinta adhesiva transparente.
Pequeño esquema donde se indica como conectar el cable coaxial a la antena y al receptor de radio. |
Ejemplo del dial de un receptor de radio, con banda FM/AM-SW de onda corta. |
El otro extremo
del cable coaxial, irá pelada la línea interna y la malla,
uniéndolos y conectándolos a la base de la antena de nuestro
aparato receptor de radio, que para funcionar correctamente deberá
tener banda AM y SW en rango desde 18MHz hasta 22MHz en onda corta.
Si está todo
conectado correctamente, lo dirigiremos hacia Júpiter que tendrá
que estar por encima del horizonte, y deberá escucharse en lapsos 4
o 5 minutos, un sonido parecido al crepitar de las palomitas de maíz,
seguido de un sonido similar al de las olas de una playa, con ritmos
cercanos a 3 “olas” por segundo durante 1 minuto, después habrá
un parón hasta que a los 4 o 5 minutos empiece de nuevo. Estos
sonidos son provocados por el campo magnético de Júpiter al
interactuar con el de Ío, y aunque no tengamos un sistema visual de
para observar la oscilación de dichas ondas, sí que las podemos
escuchar mientras viajan por el espacio hasta llegar a nuestro
planeta, así pues podríamos decir que hemos construido un
“radiotelescopio casero”.
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