Luminosidad, Potencia y Relación focal de un telescopio astronómico.
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Grupo de observación del Observatorio Astronómico de Andino (Santiago de Chile). Fuente: www.oaa.cl |
Repetidamente se hace mención a que
los telescopios tienen mayor poder de captación de las radiaciones
luminosas cuanto mayor sea su abertura (diámetro del objetivo,
cualquiera que sea su tipo). Esta cuestión es muy importante y debe
tenerla en cuenta cualquier persona que desee adquirir un telescopio
porque generalmente se tiende a considerar mejores aquellos
instrumentos que proporcionan mayores aumentos (mayor potencia),
cuando no es así necesariamente. Tal es esa creencia que muchos
fabricantes o vendedores de telescopios populares los anuncian como
de elevada potencia, cuando no son más que sencillos instrumentos
incapaces de proporcionar buenas imágenes ni a la mitad de los
aumentos anunciados.
Al adquirir un telescopio debe hacerse
caso omiso de los aumentos que éste pueda proporcionar. Un
telescopio es más adecuado y mejor “cuanto mayor sea su abertura”,
independientemente de otras características como el tipo de montura,
solidez y finura de la mecánica, etc…
Los aumentos representan un hecho
accesorio sin importancia, por tres razones:
-Porque pueden variarse a voluntad
intercambiando distintos oculares (si no se tienen suficientes,
pueden adquirirse sueltos en comercios especializados).
-Porque en la práctica casi nunca se
emplea un telescopio al máximo de su potencia. Lo impiden la
turbulencia atmosférica, la extinción luminosa, las vibraciones, la
incomodidad que representa el menor campo visual, la menor
luminosidad de la imagen, y también, en ocasiones, la insuficiente
calidad óptica para soportar fuertes aumentos.
-Porque es mucho mejor ver una imagen
pequeña, nítida y brillante, que grande, borrosa, oscura y huidiza.
Todo telescopio tiene un límite de
potencia.
Es evidente que intercambiando oculares
podemos variar los aumentos, pero eso tiene una limitación. El
límite teórico (válido en el supuesto de una óptica de gran
calidad, con condiciones atmosféricas excepcionales) se calcula de
forma muy simple: multiplicando por dos el diámetro en milímetros
del objetivo. Así, un telescopio de 60mm de abertura podrá
proporcionar, como máximo y con el ocular adecuado, 120 aumentos; un
telescopio de 200mm de abertura proporcionará 400 aumentos. Todos
los anuncios de telescopios que indiquen aumentos superiores a estas
determinaciones son puras patrañas publicitarias que deben ser
consideradas por el comprador bien informado.
Los aumentos que proporciona un
telescopio en un momento dado se obtienen dividiendo en milímetros
la distancia focal del objetivo (DF) por la distancia ocular (df).
Generalmente los fabricantes ya proporcionan estas medidas en la
tabla de características del instrumento.
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Diagrama simple de la disposición focal de un telescopio refractor. |
Ejemplo: Un objetivo de 1200mm de DF
con un ocular de 20mm de df, proporcionará 60 aumentos.
Si a este mismo telescopio le cambiamos
el ocular por uno de 10mm, nos proporcionará 120 aumentos. Y un
ocular de 5mm nos dará la potencia máxima teórica a la que puede
llegar dicho instrumento, 240 aumentos, pero que, sin embargo,
prácticamente nunca utilizaremos.
Aunque el poder de captación de luz
está directamente relacionado con la abertura, también es preciso
tener en cuenta la distancia focal (DF) del objetivo. Un telescopio
de distancia focal larga es menos luminoso que uno de distancia focal
corta, con igualdad de aberturas. Esto deben tenerlo en cuenta
quienes deseen proveerse de telescopios para especialidades
concretas. Por ejemplo, para astros brillantes (Sol, Luna, Planetas)
son idóneos los telescopios de focos largos y, para cuerpos débiles
(nebulosas, galaxias, cúmulos, etc.) son adecuados los focos cortos.
Habitualmente, la
mayoría de los telescopios que hay en el mercado son de distancias
focales intermedias a fin de que puedan utilizarse en todas las
áreas. Estos telescopios tienen generalmente unas relaciones focales
(f) de f 7, cifra que se obtiene dividiendo la distancia focal del
objetivo (DF) por su obertura (Diámetro).
Veamos tres ejemplos:
-Telescopio muy luminoso pero poco
potente (adecuado para astros débiles):
-Telescopio intermedio muy versátil:
-Telescopio poco luminoso pero potente
(adecuado para astros brillantes):
Hay otro factor importante al
considerar la abertura de un telescopio. Se trata del poder
resolutivo.
En función del diámetro del objetivo
un telescopio será capaz de separar dos puntos próximos o, lo que
es lo mismo, podrá “ver” detalles más o menos pequeños. Un
telescopio de 60mm permitirá separar dos estrellas entre las que
medie un ángulo de 3º de arco (La Luna tiene un diámetro de 30’
de arco). Un telescopio de 100mm, 1,2 segundos y uno de 200mm, 0,6
segundos.
Texto extraído del libro:
“Como utilizar el telescopio astronómico”.
Autor: José Mª
Oliver
Ed.: Editorial de Vecchi.
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